¿ LA CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA?

Por Darien Felipe

* De como caímos en la bolsa del canguro.


Ya somos presa fácil para todos, es como si nos hubieran perdido el respeto en esto del béisbol y de aquello que nos hizo invencible sólo quedan las medallas y algo de memoria. Ahora fueron los canguros quienes nos metieron en su bolsa y nos han hecho despertar de un sueño que comenzó luego de eliminar a los Estados Unidos y que ha durado menos de 24 horas.

Escasas horas en que caminamos  las nubes, casi que de viaje a  la gloria.Comenzamos a sentir el olor del añorado oro, ese que no alcanzamos desde hace un buen tiempo.

Aterrizamos forzadamente; Australia nos ha derrotado. Ya somos uno más en esto del béisbol, la gloria se nos sigue escapando y el futuro no parece ser muy prometedor.

Cuando pensamos que nos estamos quitando de encima el polvo de los fracasos, ellos vuelven a llegar, llegan con tanta facilidad que ya no sorprenden , aunque claro que continúan doliendo; es limón sobre una llaga; el dilatado  dolor de perder lo que un día tuvimos..

Nos jugábamos el pase a la final, era la meta y el objetivo de nuestra selección, para eso fue enviado al box al jovencito tunero Darien Núñez. Mi tocayo no lo hizo nada mal,  estuvo aguantando esa ventaja mínima de 1x0 hasta esa 7ma entrada que sigue siendo tan misteriosa como una mujer.

Ahí Núñez entregó par de boletos consecutivos, hasta que el cuerpo se me estremeció luego del largo doblete por la banda derecha de Matavesi que empujó las dos carreras que le serían suficientes a los aussies  para ganar su juego de pelota.

Entonces no quedo más remedio que tratar de sacar la garra, esa garra que sigue sin ser la verdadera garra de antaño.  Cuba llegó al cierre de la 7ma con los deseos de ganar ventaja, y  en eso no le faltaron deseos, pero suerte sí faltó.

El 4to bate Geikis Jiménez fue retirado en fuerte línea al jardín izquierdo, parecía ser una premonición de lo que vendría mas adelante; yo sudaba en mi sofá, el teléfono no paraba de sonar y mis nervios no daban para más, entonces para completar todo esa atmósfera dramática Rivas despechaba un fuerte doblete por el jardín derecho, el empate estaba en segunda y llegaba el hombre que en el partido anterior nos había dado la carrera del gane.

Lázaro Hernández se paró en el home plate, con fuerzas y deseos, pero faltó la suerte, sacó un largo batazo por el izquierdo con todos los síntomas de un jonrón pero de pronto,- como ha pasado tantas veces en  momentos como éstos-, apareció la mano del jardinero y capturó la pelota, cuando ya todos estábamos a punto de celebrar el cuadrangular.

Mi abuela se levantó de su sillón y ya sabía que todo era cuestión de tiempo, aunque Cuba en la 8va entrada pudo haber cambiado el marcador luego de la sustitución del abridor James Murphy por el relevista Lucas Bakker.

Aquí Cuba llegó a tener a dos hombres en circulación, pero estuvo ausente  el batazo oportuno o el hombre que supiera sacarnos de ese mal momento.

Ediasbel Valentín  vendría a relevar a Núñez en la apertura de la 9na entrada, luego de permitir un indiscutible, Valentín  sacó un out, regaló un boleto y entonces vendría el derecho Yordanis Casanova que  finalmente terminó la entrada.

Así Cuba arribó a una 9na entrada en la que volvió amenazar, pero no llegó nada. Al mentor  Jhonson le costó trabajo mover sus fichas y no buscó alternativas en la banca que nos dieran resultados.

Cuba discutirá la medalla de bronce ante Canadá. Fuimos presas fáciles para unos canguros que lucharon y vencieron, que dieron alegría, que disfrutaron el partido y que se han crecido tremendamente en estos finales con victorias sensasionales ante el actual campeón Sudcorea y ahora ante Cuba.

Sigue sin aparecer el título para nuestro béisbol, y yo sin palabras para nombrar este período que vive nuestra pelota.
Valga nuestra historia, para quiénes aún la saborean en estos momentos amargos y que parecen seguir prologándose.