SE RENUEVA EL LEGENDARIO LATINOAMERICANO

Por Tony Díaz

Casi todo el que se sienta a disfrutar de un partido de béisbol en el estadio orgullo nacional, el sexagenario Latinoamericano, sueña con verlo más bello y funcional. Para satisfacción de los muchos amantes de las bolas y los strikes se acomete allí un proyecto de envergadura con la intención de introducir mejoras, aunque sus protagonistas insisten en no crear falsas expectativas, conocidas las limitaciones financieras imperantes en el mundo, y teniendo como premisa no excluir al recinto de la actual Serie Nacional. Comenzó con lo hoy evidente: reparar las luminarias, y ello conllevó bajar las estructuras ubicadas sobre el área techada de la instalación. Para conocer más sobre el tema JIT contactó al director de inversiones del INDER, Richard Badía, a quien “entregó la bola” para iniciar el intercambio. «Se trabaja en un levantamiento exhaustivo que nos lleve al detalle. Vamos a bajar también las estructuras con las luminarias de los jardines, por su estado de deterioro, para que la reparación del sistema de iluminación sea capital», dice este ingeniero con más de un cuarto de siglo de experiencia. Los especialistas valoran qué sistema emplearán, si las mismas luminarias reparadas u otras modernas que consumen un 30 por ciento de electricidad menos y generan mayor grado de luz. También evalúan si construir totalmente las estructuras que soportan la iluminación o recuperar aquellas con posibilidades. El análisis se ajusta a las finanzas y los recursos con que se cuentan para emprender esa y otras prioridades. TALENTO A PRUEBA Bajar las estructuras del área techada fue difícil por lo que representó al estadio una grúa de gran tonelaje. Pero hacerlo con las ubicadas en los jardines es aún más complicado, pues los operarios tienen que trabajar desde una cesta, por su seguridad. Antes lo pudieron realizar desde el mismo techo. Como es lógico no se puede dañar el terreno de juego y hay que enfrentar la tarea en momentos en que Industriales, dueño del predio, celebre sus choques fuera de este. «Según el cronograma teníamos previsto hacerlo antes, pero la lluvia lo impidió, así que hasta eso tenemos que evaluar, porque un poco de agua imposibilita entrar la grúa, sobre todo por el cuidado del terreno», abunda Badía. Por la pendiente para el acceso y lo angosto, los expertos han tenido que ingeniárselas y casi crear una calle supuesta sobre otra, además de romper una esquina a la entrada de la puerta 12 del Coloso del Cerro. El mismo equipo de izaje que trabajó la colocación de la imagen de Camilo en el edificio del Ministerio la Informática y las Comunicaciones, en la Plaza de la Revolución, será el encargado de tal faena. Desde este lunes se trabaja, de conjunto con EMPROMAC, el llamado "camino de gato", que perimetralmente se encuentra sobre el techo y permite acceso a las luminarias. «También prevemos la solución del techo. Estudiamos en el presupuesto de la actual fase la sustitución de este en la zona donde van las estructuras nuevas», precisó. Una oficina, en el propio Latinoamericano, acoge el puesto de mando de la Empresa de Proyectos Varios (EPROYIV), donde se constata la envergadura de la inversión. Allí las técnicas Raisa Verdecia y Odalis Ramírez, parte de un amplio grupo de trabajo que comanda el ingeniero Félix Travieso, reconstruyen en planos la historia del legendario parque que el 28 de marzo de 1999 recibió al equipo Orioles de Baltimore, de las Grandes Ligas norteamericanas. La propuesta de soluciones estructurales, hidráulicas, civiles, eléctricas y otras corre a la cuenta de esa entidad, y la Empresa de Construcciones del Ministerio de la Construcción (EMPROMAC) será la responsable de ejecutarla. Este equipo labora arduamente. Realiza desde las medidas en las áreas y el levantamiento, hasta las defectaciones para conocer al detalle el estado del otrora Gran Stadium de La Habana, inaugurado el 26 de octubre de 1946 con el partido entre los equipos Almendares y Cienfuegos. SIN BOLA DE CRISTAL Lo que todos quieren saber, la fecha del próximo partido con luz artificial, es todavía una interrogante sin respuesta definida, pero en tal sentido resulta evidente algo importante: es un propósito fundamental de todo el equipo. «Como todo proyecto este tiene tareas técnicas que generan cronograma de trabajo y demás, pero ello anda acompañado de factores que incluyen hasta la situación meteorológica, por lo cual no damos día de conclusión. Solo decirte que se trabaja fuerte y todos estamos sensibilizadas con lo que representa», enfatizó Badía. El Latinoamericano vivió una reconstrucción capital en 1971, cuando además se amplió su capacidad. Ahora los encargados de este nuevo empeño enfrentan momentos bien diferentes, pero siguen alimentando el sueño de un parque mejor en todos los órdenes, y para más temprano que tarde.