Inestabilidad en el trabajo de sus lanzadores, aceptable producción ofensiva y eficiente defensa, constituyen elementos conclusivos en la actuación del conjunto que se ubica en el cuarto lugar de la zona oriental del país, por detrás de selecciones que han mostrado mejor equilibrio integral, como son los casos de Ciego de Ávila, Guantánamo y Granma.
A la hora del balance salen a la luz algunos detalles que resultan preocupantes para la exigente afición santiaguera y tienen que ver con el resultado de las avispas frente a equipos que tradicionalmente han dominado, dígase Las Tunas, con quien terminaron la serie empatados a tres victorias y Granma que le ganó cinco de los seis partidos previstos en el compromiso particular.
Urgando en las siempre reveladoras estadísticas encontramos que, el elenco santiaguero necesita ¡¡¡URGENTE!!!, mejorar la efectividad de sus lanzadores relevistas que en estos momentos es un desastre; imagínese que en ciento dos entradas y un tercio han permitido 82 carreras limpias, para un promedio de 7.21 (penúltimos en el campeonato) solo por encima de los Metropolitanos (7.24), además le batean para 317. Como si esto fuera poco, es alarmante la situación del staff integralmente que permite 5.84 carreras limpias por juego de nueve entradas. Agregue a eso que la ofensiva, aunque exhibe promedio de 293; en treinta juegos ha dejado a 230 corredores en circulación. Aquí solo es de excelencia la defensa que se coloca segunda en el torneo con 979, superada únicamente por los avileños que acumulan 985.
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