El segundo ex pelotero de más edad en el mundo goza de buena salud y una memoria prodigiosa. Más de 360 victorias en su carrera. Integrante de cuatro equipos Cuba campeones mundiales
SIGFREDO BARROS
El apartamento, limpio, ordenado, pintado de un tenue color crema. En el balcón, a un costado está sentado un hombre con espejuelos negros, de piel muy blanca, casi rosada. Entre los dedos de su mano derecha aprieta un tabaco delgado, apagado, que parece haber nacido con él. Es una leyenda del béisbol mundial. Un símbolo de cubanía.
DURANTE CASI DOS HORAS, CONRADO MARRERO RECORDÓ DIVERSAS ETAPAS DE SU LARGA VIDA, MATIZADA DE ANÉCDOTAS Y HACIENDO ALARDE DE UNA EXCELENTE MEMORIA. FOTOS: RICARDO LÓPEZ HEVIA |
Conrado Eugenio Marrero Ramos cumplirá el próximo domingo 25 de abril 99 años. Nació en una finca llamada Laberinto, muy cerca de Sagua la Grande, en 1911. Es uno de los dos ex peloteros con participación en Grandes Ligas de más edad en el mundo. El otro, Anthony Malinowski, un jugador de cuadro que participó en 35 desafíos con los Dodgers de Brooklyn en 1937 y se convirtió en centenario el 5 de octubre del año pasado.
Pero la carrera de Malinowski no se puede comparar con la de Marrero, quien estuvo activo por más de dos décadas. Jugó en cinco campeonatos mundiales y en cuatro de ellos contribuyó a que el equipo Cuba fuera campeón. Llegó a las Grandes Ligas con 39 años y ganó 39 juegos, antes de retirarse a los 43. En toda su carrera obtuvo más de 360 victorias. Cuando le pregunto cómo se siente... "Chico, ¿cómo tú crees que me sienta después de haber dado tantas vueltas en casi 100 años?."
La visión ya no le acompaña. Su voz, rajada, como de sonero, retumba en toda la habitación. Viste elegante, con pantalón carmelita oscuro, pulóver azul brillante, sandalias de piel. Su memoria es aún prodigiosa. Recuerda los inicios en Laberinto, los nombres de los que jugaron con y contra él, las veces que le ganó a los Yankees, los tres ponches que le propinó una vez a un bateador de la clase de Claro Duany ("y pudieron ser cuatro, pero el ‘ampayer’ me dijo que si no me daba pena no dejar batear a un hombre como él"). ¿Cómo se inició en el béisbol?
"Yo tenía unos 13-14 años, bastante "espigadito" para aquel entonces. Jugaba en los campos, los domingos venía gente de otros lugares, montada en un camión, y me ponían en el ‘siol’ o la tercera. Pero un domingo al pitcher de mi equipo le entraron a palos, explotó, y yo fui el que lo relevó. De ahí en adelante comenzó mi carrera como lanzador, nunca más jugué otra posición. Me venían a buscar de Isabela de Sagua, de Cienfuegos, hasta que entré a jugar con los cienfuegueros." ¿Quién lo enseñó a lanzar?"¿A lanzar? ¡Nadie! Esos eran otros tiempos, no había entrenadores por todas partes como ahora. Yo me fijaba en los que tenían más edad que yo. Sabía que no poseía mucha velocidad y empecé a tirar curvas y a trabajar con el control. Pitcher sin control no es pitcher. Después aprendí a tirar la slider y con esos dos lanzamientos llegué hasta las Grandes Ligas."
Su nieto, Rogelio, trae una pelota y Marrero comienza a darme una lección de pitcheo: "Mira, yo ponía los dedos así, arriba de las costuras, para tirar la slider. Apretaba bien la pelota y me salía con velocidad, tiraba la slider más duro que la recta, por eso la usaba tanto". Hoy en día se ha puesto de moda dirigir el pitcheo desde el banco. ¿Lo dirigían a usted cuando lanzaba?"A mi nunca nadie me dirigió. El catcher y yo llevábamos el juego. El pitcher tiene que tener memoria y recordar con qué lanzamiento le dieron un batazo y no repetirlo cuando llega de nuevo ese bateador. Recordaba siempre con qué bola me daban un batazo. Una vez Luque (Adolfo) salió del banco y llegó hasta el box para decirme cómo tenía que lanzarle a un jonronero llamado Dick Sisler. Le dije: ¿y usted qué hace aquí? Yo sé cómo lanzarle a Sisler."
EL SALTO HACIA GRANDES LIGAS
A los 39 años, una edad a la que muchos lanzadores hoy en día ya están acogidos al retiro, Marrero llegó a las Grandes Ligas a jugar con los Senadores de Washington, un equipo cuyo lema era todo un canto a la prepotencia yanki: Washington, primero en la guerra, primero en la paz... y último en la Liga Americana, la única verdad de toda la frase. ¿Cómo llegó?"Cambria (Joe), el scout que nos firmó a casi todos nosotros, me trajo un recado del dueño de los Senadores: Marrero, dice Griffith que tú ganas más dinero que lo establecido en una liga como la de la Florida. Tienes que irte a lanzar con los Senadores. Yo le contesté que me diera un tiempo, pues esa temporada yo había lanzado más de 300 innings entre el Almendares y el Havana Cubans. Así fue y el año siguiente, 1950, debuté con los Senadores."No me fue mal. Llegué como se dice ya viejo, sin tener la estatura y el peso de otros, a lanzar con un equipo que ni bateaba ni fildeaba y tenía pocos relevistas. Muchas veces le decía a Bucky Harris (el mentor) que me sacara y el me contestaba que aguantara, que no tenía a nadie para relevar. Una vez perdí un duelo con Bob Feller, uno de los pitchers que yo he visto tirar más duro, porque con las bases llenas y dos outs el ‘siol’ cogió un roletazo, la segunda no entró y el no tiró a primera. Si yo hubiera jugado con los Yankees, ganaba diez juegos más por año." Un consejo a los lanzadores de hoy."Cuando yo veía la televisión observé a muchos pitchers que no saben caer. Meten demasiado afuera la pierna delantera y casi se van de lado. Si le tocan la bola no pueden sacar out. También no usan toda la tabla de lanzar, se quedan en una esquina y de ahí lo tiran todo, no se mueven de acuerdo con el lanzamiento que van a lanzar, si es adentro o afuera." ¿Me invitará a la fiesta el próximo año, cuando cumpla los 100?Su respuesta me hace reír tanto como a la entrada: "Yo te invito, pero te va a costar trabajo entrar, con tanto viejo que se va a reunir aquí."
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¡Qué pitcher!
Lanzó cuatro juegos de cero jit, cero carrera. Tres de ellos tuvieron lugar cuando aún era un lanzador amateur en el equipo Cienfuegos. El primero fue el 11 de septiembre de 1938 frente al elenco de la Universidad de La Habana, con marcador de 4-0. El segundo casi cuatro años después, el 20 de mayo de 1942, también con pizarra de 4-0 ante el Vedado Tenis. Más de tres años después apareció el tercero, el 20 de agosto de 1945, 6-0 ante el conjunto Miramar. Por último, el 12 de julio de 1947, vistiendo el uniforme de los Havana Cubans, dejó sin jit ni carrera al Tampa, con un marcador de 7-0. Es uno de los dos lanzadores con 30 victorias en una temporada, el otro fue Larry Jensen. Sin embargo, Marrero consiguió esa marca en tres ocasiones, si se combinaban sus campañas de verano e invierno. La más llamativa fue la de 1947-48, cuando ganó 25 desafíos con los Havana Cubans y 12 con el Almendares, para un récord de 37 triunfos, ocho reveses y 454,2 entradas lanzadas.Durante su estancia en las Grandes Ligas, enfrentó en nueve ocasiones a los poderosos Yankees de Nueva York, con balance de dos triunfos, cuatro derrotas y un juego salvado. En total lanzó 51,2 innings y promedió frente a ellos 4,22. Entre los buenos bateadores de ese equipo que no le pudieron conectar a sus anchas estuvieron, entre otros, Mickey Mantle (17-4-235), Hank Bauer (25-5-200), Billy Martin (15-2-133) y Johnny Mize (4-0-000). El cuarto bate y receptor Yogi Berra le disparó dos jonrones, pero solo promedió 200 frente a él (20-4).
Testimonios
Fui su catcher en tres Campeonatos Mundiales, lo conocí muy bien, dentro y fuera del terreno. Podía ser capaz de liquidar un juego con 89 lanzamientos, otro con 92 y un tercero con 93. Y entre los tres había tirado solo diez o doce rectas. Era lo que se llama un "guajiro pícaro", con un control extraordinario. (Andrés Fleitas, ex receptor cubano).
Conocí a Marrero en el año 2001. En aquella ocasión le traje una carta de su ex compañero en los Senadores, Mickey Vernon, dos veces campeón de bateo de la Liga Americana. Desde entonces, suman más de 40 los ex jugadores que le han escrito, entre ellos estrellas como Whitey Ford, Yogi Berra, Monte Irvin, Bob Feller, Gil McDougald, Al Rosen y George Keller. Todos le demuestran un gran respeto y recuerdan su tremenda slider y su gran control. (Kit Krieger, profesor y director del grupo de turismo deportivo Cubaball).
El windup de Marrero era para mí un cruce entre un molino de viento soplando aire fuerte hacia delante y un ave grande tratando de despegar hacia atrás. (Felipe Rojas Alou, ex jugador y mentor de Grandes Ligas, dominicano).
CONRADO MARRERO EN CIFRAS:
AÑO | EQUIPO | JL | JC | G | P | EL | CL | K | BB | PCL |
1938 | CIENFUEGOS | 22 | 16 | 10 | 7 | 170 | 48 | 124 | 63 | 2,54 |
1939 | CIENFUEGOS | 23 | 17 | 13 | 4 | 173,1 | 37 | 120 | 75 | 1,92 |
1939 | CUBA | 1 | 1 | 1 | 0 | 9,0 | 3 | 12 | 4 | 3,00 |
1940 | CIENFUEGOS | 23 | 18 | 15 | 4 | 178 | 33 | 117 | 59 | 1,67 |
1940 | CUBA | 5 | 2 | 3 | 2 | 31,1 | 4 | 13 | 8 | 1.69 |
1941 | CIENFUEGOS | 25 | 21 | 18 | 6 | 196,1 | 33 | 155 | 71 | 1,51 |
1941 | CUBA | 6 | 1 | 3 | 1 | 25,2 | 3 | 11 | 6 | 1,07 |
1942 | CIENFUEGOS | 28 | 27 | 22 | 6 | 244 | 36 | 185 | 63 | 1,33 |
1942 | CUBA | 2 | 1 | 1 | 1 | 11,2 | 4 | 7 | 5 | 3,09 |
1943 | CIENFUEGOS | 10 | 7 | 7 | 1 | 79,2 | 10 | 79 | 15 | 1,13 |
1944 | CIENFUEGOS | 30 | 24 | 21 | 8 | 240 | 47 | 183 | 89 | 1,76 |
1944 | CUBA | 8 | 1 | 2 | 1 | 28,2 | 7 | 17 | 8 | 2,20 |
1945 | CIENFUEGOS | 30 | 24 | 22 | 5 | 244,1 | 33 | 218 | 88 | 1,21 |
1945 | CUBA | 1 | 1 | 1 | 0 | 9,0 | 2 | 5 | 2 | 2,00 |
1946 | IND. JUÁREZ | - | - | 24 | 8 | - | - | - | - | - |
1946 | ORIENTE | 18 | 5 | 8 | 5 | 102,1 | 22 | 77 | 30 | 1,94 |
1946 | ALMENDARES | 4 | 1 | 1 | 0 | 14,1 | 3 | 6 | 5 | 1,89 |
1947 | ALMENDARES | 22 | 17 | 12 | 2 | 184,2 | 23 | 99 | 55 | 1,12 |
1947 | HAV.CUBANS | 40 | 28 | 25 | 6 | 271 | 50 | 251 | 46 | 1,66 |
1948 | ALMENDARES | 15 | 4 | 6 | 4 | 77,2 | 30 | 27 | 19 | 3,48 |
1948 | HAV.CUBANS | 35 | 26 | 20 | 11 | 264 | 49 | 168 | 24 | 1,67 |
1949 | ALMENDARES | 15 | 5 | 7 | 3 | 81,1 | 24 | 38 | 20 | 2,26 |
1949 | HAV.CUBANS | 35 | 26 | 25 | 8 | 258 | 44 | 167 | 47 | 1,63 |
1949 | S. CARIBE | 1 | 1 | 1 | 0 | 9,0 | 1 | 5 | 3 | 1,00 |
1950 | ALMENDARES | 27 | 9 | 11 | 7 | 159,2 | 42 | 58 | 32 | 2,27 |
1950 | S. CARIBE | 2 | 0 | 0 | 2 | 7,0 | 3 | 0 | 3 | 3,86 |
1950 | WASHINGTON | 27 | 8 | 6 | 10 | 152 | 76 | 63 | 55 | 4,50 |
1951 | ALMENDARES | 21 | 6 | 6 | 9 | 115,2 | 45 | 51 | 40 | 3,50 |
1951 | WASHINGTON | 25 | 16 | 11 | 9 | 187 | 81 | 66 | 71 | 3,90 |
1952 | ALMENDARES | 22 | 8 | 8 | 8 | 135 | 39 | 48 | 47 | 2,60 |
1952 | WASHINGTON | 22 | 16 | 11 | 8 | 184 | 59 | 77 | 53 | 2,88 |
1953 | ALMENDARES | 22 | 3 | 7 | 5 | 107,1 | 37 | 46 | 28 | 3,10 |
1953 | WASHINGTON | 22 | 10 | 8 | 7 | 145,2 | 49 | 65 | 48 | 3,02 |
1954 | ALMENDARES | 21 | 2 | 2 | 3 | 58,2 | 17 | 28 | 19 | 2,61 |
1954 | S. CARIBE | 1 | 1 | 1 | 0 | 9,0 | 0 | 5 | 2 | 0,00 |
1954 | WASHINGTON | 22 | 1 | 3 | 6 | 66,1 | 35 | 26 | 22 | 4,77 |
1955 | ALMENDARES | 4 | 1 | 1 | 0 | 10,1 | 3 | 6 | 5 | 2,61 |
1955 | SUGAR KINGS | 16 | 5 | 7 | 3 | 87,0 | 26 | 36 | 37 | 2,69 |
1956 | MARIANAO | 7 | 0 | 0 | 0 | 19,2 | 3 | 7 | 6 | 1,37 |
1956 | SUGAR KINGS | 15 | 0 | 3 | 1 | 45,0 | 17 | 20 | 11 | 3,40 |
1957 | MARIANAO | 3 | 0 | 0 | 0 | 4,0 | 8 | 4 | 4 | 18,0 |
1957 | SUGAR KINGS | 3 | 0 | 0 | 0 | - | - | - | - | - |
1957 | S. CARIBE | 1 | 0 | 0 | 0 | 3,1 | 1 | 0 | 0 | 2,70 |
1957 | LEÓN (NIC) | 17 | 8 | 12 | 4 | 159,0 | 29 | 54 | 24 | 1,64 |
1958 | LEÓN (NIC) | 5 | 2 | 2 | 3 | 45,1 | 15 | 14 | 4 | 2,98 |
TOTALES | 704 | 369 | 367 | 178 | 4602,1 | 1137 | 2751 | 1311 | 2,22 |
Fuente: Rogelio Marrero
Nota: De su estancia en México, en 1946, no existen otros datos, solo los reflejados por la prensa: 24 ganados y 8 perdidos. Otros lo sitúan con 28 y 10, sumándole los play off
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