Por Elio Menéndez
Un superdotado como atleta, Luis Giraldo Casanova ha sido considerado casi unánimemente por especialistas y aficionados, el mejor pelotero que haya pasado por el béisbol cubano en los últimos 40 años. Bateador de fuerza y probada consistencia, Luis Giraldo poseyó una extraordinaria facilidad para desempeñarse con éxito en varias posiciones, especialmente en el jardín derecho, en el cual brilló tanto por su capacidad para fildear como por la fuerza de su brazo y precisión para tirar a las bases. El profesor Miguel Valdés, quien por varios años fuera su entrenador en los equipos Cuba, aseguraba que el pinareño no tenía "bola difícil" a la hora de batear, y señalaba: "Fue un bateador de los tres ángulos, con iguales posibilidades para conectar por cualquier lugar del campo. Poseía excelente tacto y fuerza, aspectos que pocas veces suelen conjugarse, y que a Luis Giraldo le permitió retirarse con average de 322 por vida, 322 jonrones y 569 de slugging". Datos estadísticos tomados por el colectivo técnico nacional, arrojaron que en un 31% de las ocasiones en que Casanova bateaba, lo hacía por el ala izquierda, en un 34 por el centro, y en un 35 por la derecha. Jorge Fuentes, quien fuera su director en los equipos Pinar del Río y en el Cuba, dijo refiriéndose al "Capitán", como solían llamarle sus compañeros: "Fue el pelotero con la terminación más depurada que he visto en mi carrera como técnico de béisbol. Corredor excepcional, no sólo por su velocidad, sino por su destreza en el corrido de las bases". Y proseguía Fuentes: "Era un fildeador sin lagunas, un maestro en todas las direcciones. La otra cosa fue su brazo. Era todo un espectáculo verlo cuando le doblaban por segunda y disparaba hacia tercera..." El licenciado Martínez Osaba, autor de un libro biográfico sobre Casanova, entrevistó a Toni Oliva, quien en la Liga Americana ganara tres títulos de bateo con los Mellizos de Minnesotta antes del temprano retiro por lesión en una rodilla. Oliva, designado el Novato del Año al debutar en las Mayores, declaró después de ver a Casanova en algunos eventos internacionales, así como en Cuba: "Para mí clasifica entre los grandes de verdad, porque lo hacía todo bien en el terreno. Corría, tenía un brazo certero, y como bateador fue excelente. Muchos scouts de Grandes Ligas lo asediaron y hasta llegaron a compararlo con Roberto Clemente, el mejor pelotero latinoamericano que jugó en ese béisbol, no por gusto miembro del Salón de la Fama". Luis Giraldo Casanova llegó al equipo Cuba en 1978, y se mantuvo en él hasta la Copa del Mundo jugada en Barcelona 1991. Ganó la triple corona ofensiva en la Copa de Edmonton 1981, y pese a que no fue ejemplo de dedicación al entrenamiento, su extraordinaria calidad le permitió tocar el techo de la pelota cubana en corto tiempo. Su grandeza como atleta la resumió el narrador deportivo Bobby Salamanca cuando lo bautizó como "el Señor Pelotero". ( Agradecimientos a Pali por remitirnos el artículo) |
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